“Si tuviéramos Paz en nuestro interior, México viviría en Paz. Mahatma Gandhi lo diría así: “si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo”.”
Por Manolo López
En estos últimos días me he puesto a pensar sobre un punto que me parece fundamental en mi país; y no sólo en mi país, sino en el mundo entero. Pero escribiré desde mi realidad y perspectiva de mexicano.
En lo últimos años hemos podido ver la creciente violencia, la terrible inseguridad, el miedo que, en muchos casos, domina a las personas, a las familias, a la sociedad de México. Y ante estas situaciones negativas (y tristes) que nos aquejan, veo brotar, con esperanza, esos “gritos mudos” de muchos que anhelan con gran fuerza un país, una sociedad en donde reine la Paz.
Escucho, leo y veo a mucho que dicen querer un México sin violencia, un México “como el de antes”, en donde podías salir a caminar, incluso en la noche, sin miedo a que te asaltaran, secuestraran o mataran. Dicen que quieren un México en donde puedas vivir tranquilamente, sin preocuparse de que “otros” te van a hacer daño.
Pero últimamente he cuestionado estas actitudes de mi sociedad. Y es que, en los días anteriores, en las redes sociales, y también en los noticieros, he visto una violencia que me parece más atroz, más terrible, más infame, que la que se relaciona al pensar en estos temas (dígase asesinato, asaltos, golpes, gritos, y una larga lista de etcéteras). ¿Realmente, es auténtica esa necesidad que se proclama de Paz? ¿Serán ciertos esos sentimientos que se profesan para encontrarla? ¿Somos conscientes de lo que es la Paz?, o por lo menos, ¿Tenemos una pequeña pista de cómo podemos alcanzarla? Sinceramente, lo dudo. ¿Por qué? Lo explico.
¿Ingenio o violencia?
Esa violencia es la que como sociedad hemos causado con nuestro “gran ingenio” para burlarnos de las desgracias. De hecho se ovaciona, parecería que como héroes nacionales, a aquellos que saben hacer “memes”, corridos y chistes de los errores ajenos. Sí, sí, como en el caso triste de la joven Emma, mejor conocida como Lady Coralina, quien no necesita ser presentada. Y no necesita ser presentada, porque estoy seguro que muy pocos no conocerán su caso gracias a las redes sociales y a los noticieros. Esa violencia que han cometido contra esta joven ha sido brutal, pero lenta y disfrazada de broma (lo que la hace más peligrosa), y lo creo firmemente. Brutal porque “alguien” decidió evidenciar un error (error muy penoso, desde mi punto de vista) y destruirle su reputación, tal vez su vida. Pero ese alguien, que publicó las fotos y los videos de Emma no fue el(la) único(a) que han cometido este crimen; existen más “culpables” y son todos aquellos que se han sumado para difundir por todas partes este material, afectándola en lo más básico e importante para cualquier persona: la dignidad.
No se piense que defiendo lo que cometió, nunca podré estar de acuerdo en ningún tipo de infidelidad. Pero creo que esto ha mostrado la verdadera cara de “muchos” (no todos) los mexicanos que con saña, se sienten con la libertad de atacarla, denigrarla y destruirla. En ningún momento el ingenio podrá ser virtud, si es utilizado para atacar a alguien. En ningún caso alguien puede jactarse de “mostrar la verdad” cuando se hace faltando a los principios básicos de respeto.
¡Queremos Paz!, pero destruiremos al que se equivoque. ¡Queremos un México tranquilo!, pero te aplastaremos si vemos un error, aunque no debes preocuparte porque “sólo es broma”. ¡Queremos un México sin violencia!, pero mataremos con nuestros juicios la reputación del que “no sea perfecto. ¡No toleraremos el bullying en nuestra sociedad!, bueno, no aplica si eres mayor de edad y si se hace por las redes sociales. Así de ridícula, sociedad mexicana, te ves al destruir a una persona. Pides un México con Paz, pero violentas la honra y estima de alguien que, como todos, ha cometido errores.
Se cuenta que un gran Hombre, en una situación similar, hace muchos siglos, pudo contener a una turba que pretendía asesinar a una mujer. Bastaron las palabras “aquel que esté libre de culpa, que arroje la primera piedra”, para que uno a uno se retiraran en silencio, salvándole la vida a esa mujer que, dicen, fue hallada en fragante adulterio. Y si mal no recuerdo, más adelante, aquellos fueron llamados por este Hombre como hipócritas.
Si realmente queremos paz y mansedumbre en nuestro país, hay que buscarla en TODOS los ámbitos. Si realmente queremos tranquilidad y prosperidad en nuestra sociedad, primero debemos entender que la caridad debe regir nuestros actos. Si realmente queremos un futuro prometedor, debemos acoger la miseria ajena y transformarla.
Si tuviéramos Paz en nuestro interior, México viviría en Paz. Mahatma Gandhi lo diría así: “si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo”.
Muy bueno! Usa tu nombre completo, observo que te refieres s ti misma en masculino es error ortografico o intencional
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> porque estoy seguro que muy pocos no conocerán su caso gracias a
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