El New Age; Un sincretismo esotérico o una Sopa de Fe (Parte I)

A través de toda la historia de la humanidad hemos aprendido que la naturaleza humana es esencialmente espiritual. En el mundo moderno a pesar de vivir en una sociedad sin tiempo, sin silencio y bombardeado mentalmente por la publicidad del consumo que invita a comprar aunque no se necesite, el alma y el ser humano mantienen es gran necesidad de lo espiritual y de Dios” 

Por Gabriel Ruiz 

387px-Raffael_067Platón, 400 años antes de Cristo, en sus diálogos, afirmaba que la naturaleza del alma es ser divina e inmortal, lo explica con la metáfora del cochero que dirige el carruaje con dos caballos, uno bueno y virtuoso y otro malo y vicioso; él debe guiar su carruaje a lo alto donde habitan los dioses, donde esta lo bello, la verdad, lo bueno que alimenta el alma, en contraste con lo falsedad y la maldad rompen y arruinan el alma.

A través de toda la historia de la humanidad hemos aprendido que la naturaleza humana es esencialmente espiritual. En el mundo moderno a pesar de vivir en una sociedad sin tiempo, sin silencio y bombardeado mentalmente por la publicidad del consumo que invita a comprar aunque no se necesite, el alma y el ser humano mantienen es gran necesidad de lo espiritual y de Dios, lo que produce una insaciable necesidad de llenar la parte espiritual de nuestro ser.

Conforme la ciencia avanza descubre que hay nuevos e infinitos mundos por descubrir: si nos adentramos en el micro-mundo de la célula, del ADN, de la genética, del átomo (que ya no es indivisible), los electrones, neutrones y protones y los fotones que emiten como partículas más diminutas aún, cuánticas, emitidas como paquetes cargados de energía, nos percatamos que entre más descubrimos, más abrimos nuevos mundos por descubrir. A los científicos no les queda más remedio que sentirse pequeños ante la inmensidad de lo desconocido, al vivenciar la perfección del orden con que ha sido creado el cosmos, y afirman como Sócrates: “Solo se que no se nada”.

Cadena_de_ADNCuanto más se descubrimos, más nos adentramos en nuevos mundos desconocidos; cuando se conocía la célula, se descubrió toda la infinidad que significa el ADN con la maravilla del genoma humano; cuando se creía que él átomo con sus neutrones y protones explicaba todo, se han descubierto infinidad de fuerzas ocultas en la materia y la emisión de quantums de energía, que abren el nuevo mundo de la física cuántica y atómica; cuando ya se entiende el funcionamiento de una neurona, se descubre la complejísima red de enlaces en las dendritas, que no entendemos aún como, pero sabemos que albergan el proceso de memorización y de inteligencia. Todo esto inevitablemente nos permite sentir la grandeza del creador y nuestra pequeñez y, queramos o no, volteamos a lo alto y nos surge una gran necesidad de Dios.

La inminente necesidad de saciarnos y voltear a ver a Dios, de alimentar nuestro espíritu, de controlar nuestros caballos, el blanco y el negro, superan cualquier imposición cultural.

Como bien concluimos, quitar a Dios y a la espiritualidad de nuestra sociedad es imposible. El New Age, por su parte, este sincretismo esotérico, en lugar de luchar contra la fe en Dios y de eliminar la necesidad de una vida espiritual, ha creado una visión del mundo resultado de confrontar las corrientes espirituales orientales a las creencias judeo-cristianas, utilizando como aglutinante un fuerte ingrediente de términos científicos como “energía”, “anatomía”, “cosmos”, etc. Y con estos ingredientes nos receta esta suculenta sopa de Fe.

UNA SOPA CON SUCULENTOS INGREDIENTES; EL NEW AGE

La sociedad Teosófica, una organización o fraternidad mundial, es el custodio de esta visión, movimiento o filosofía, fundada en 1875 por Helena Blavatsky, pero realmente toma un gran auge durante los movimientos juveniles/hippies, de los sesentas, resultado de la rebeldía juvenil que buscaba nuevas formas de vida y explicar el mundo de otra manera. También los movimientos feministas, ecologistas y espirituales de los años ochenta, tomaron y promocionaron muchos de los elementos y de la visión del mundo, del New Age.

A manera de receta de cocina, los siguientes son los ingredientes, que se mezclan en este movimiento del New Age:

imagesOrientalismo: Rescata elementos del Budismo, como la meditación, la paz interior, las acciones o karmas que determinan nuestra vida, pero deja de lado el despojo de lo material y el ascetismo.

Ocultismo: Poderes y energías naturales y sobrenaturales, chakras y centros de energía, todos aún inexplorados por la ciencia oficial, pues como a diario se descubren oficialmente cosas nuevas, hace muy atractivo creer que se descubre algo antes que lo hagan los científicos, esto lo hace un ingrediente atractivo y suculento.

Subjetivismo: el Yo como centro del mundo, como fuerza unificadora: “Dios no es algo distinto que la persona”, “nosotros somos Dios”, de esta manera se satisface la necesidad de reconocer la existencia de Dios, al tiempo que lo elimina de la cultura y de la sociedad, presentan a Dios como la conciencia cósmica, como algo etéreo, sin necesidad de interactuar con él.

Ecologísmo: Presentan un atractivo modelo de progreso, que no sea destructor de la naturaleza, sacralizan a la madre tierra, el mundo vegetal y animal, poniéndolo por encima de los derechos humanos de la alimentación y convivencia, dejando de lado que, el respeto a la naturaleza, debe darse en función del propio respeto al hombre, que necesita de ella, pero siempre supeditada al él.

Sincretísmo: Si, “hay Dios”, afirman, pero no es necesario porque eres tú mismo. Si, “hay un salvador un mesías”, pero eres tú mismo. La espiritualidad es importante, pero no la vida de oración a un Dios, sino el diálogo con lo profundo de tu propio ser, a través de la meditación. Se sustituyen la caridad, el amor a Dios y al prójimo, como la fórmula de la felicidad, por el amor al reino vegetal y al animal, pues el cosmos es Dios y mantener el “equilibrio” con el entorno es lo que da la felicidad.

Pelagianismo: El hombre puede alcanzar la salvación de su alma (en otro estadío o en la reencarnación), por sus propios medios sin la necesidad de Dios.

Emocionalismo: No importa que hagas sino lo que sientes.

abstract-1780273_960_720Materialismo: afirman que es el fin de la era de Piscis (del cristianismo con su símbolo del pez). Y el inicio de un nuevo milenio de paz y felicidad, Dios es la conciencia cósmica, es todo lo material que vemos y sentimos, presentan a un Dios impersonal e intrascendente.

Psicologísmo: Fusionan y confunden lo espiritual con lo psicológico, la mente con el espíritu, creando la corriente de sacralización de la psicología (inspirada en Jung), sustituyendo a los ministros del culto como guías espirituales, por los psicólogos.

¿Porque esta visión, ha tenido tanto éxito y ha penetrado las estructuras y las venas de nuestra cultura? Sencillamente porque el ser humano, experimenta que su dimensión espiritual ha sido arrinconada y aplastada, entra en una sedienta búsqueda y encuentra algo atractivo, difuso, informal y fácil. El New Age atraviesa culturas, y se encuentra en el cine, en la música, en las terapias, en libros de autoayuda, en los libros de la escuela, en amuletos, etc.

 images (1)El New Age, es una sopa de Fe, que promete mejorar la vida Humana, que promueve el respeto a la naturaleza y la fusiona con Dios y no como naturaleza creada por Él.

¿Cuáles son sus características principales?

  • Defensa a ultranza del reino animal y vegetal, la ecología.

  • Terapias tendientes a sacar de nuestro interior al súper hombre.

  • Prácticas religiosas Orientales y esotéricas como crecimiento espiritual

  • La felicidad como, “el equilibrio de las fuerzas internas”

  • Aceptación de un Dios a la medida

  • Una nueva espiritualidad

  • Lo sensible sobre la razón, (propicio para el uso de drogas)

    Continuara…

Deja un comentario